miércoles, 26 de octubre de 2011

Calle latido. Número, 172011. Tu espalda.

Érase un amor, como si de un oasis se tratara. Yo te veo. Tú a mi no me ves.
Vives muy dentro de mí, retorciendo con tus melodías los más vacíos huecos de mi alma. Ahuyentando con tu sonrisa, los pésimos y frágiles latidos de mi corazón. Haciéndome creer que aún quedan cosas posibles en este mundo. Tú; al que me estoy dejando de acostumbrar a su nombre, y más a su mirada, deja hueco en el papel para que pueda ver el cielo azul de hoy, porque de tanto hablarle de tí, se acabará enamorando.

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