lunes, 17 de junio de 2013

'Después de ti, no hay nadie, no hay nada'

Sé que no podría vivir con el peso de todo lo que siento sin sacarlo de alguna manera, de la que sea, ya sea llorando, riendo, escribiendo, cantando. 
Sé que muchas veces siento que no puedo más, se que muchas otras siento que lo tengo todo y aún así estoy vacía. Pero a veces siento que te distancias de mí y al momento vuelvo a sentirte cerca, y me lleno de miedos con la idea de perderte y de que te des cuenta de que quizás estés desperdiciando tus días con alguien que no sabe ni ubicar la mitad de ciudades de España. Que una tarde a pocos metros de tu casa encuentres a alguien decente, a alguien mejor que yo, más guapa, más lista. Se que entenderé que prefieras a otra; a alguien que te diga todo aquello que tú me dices a mí sin esfuerzo, aquello que me deja con cara de tonta, alguien de quien presumir con motivos. 
Y en éste momento es en el que mi cabeza o quien sea quien mande dentro de mí tendría que sacar las garras, la lógica, la conciencia y decir la verdad. Que no, que ya lo sé, que no soy perfecta ni por asomo, que me sobran kilos, que no soy muy alta, que tengo la nariz enana y los ojos juntos, el pelo rebelde y la miopía no me deja ver más allá de mis pies cuando estoy tumbada. Pero te puedo asegurar con total certeza que no va a haber ser humano en todo el jodido planeta que te vaya a querer tanto y cómo yo lo hago, que no se cómo te dejé escapar aquella noche de fallas, pero sé que me mataré en el intento de hacerte feliz aunque yo no lo sea, que no, que tienes razón, que soy incapaz de negarle algo a esos ojitos, y lo mejor de todo es que el primer pensamiento se me pasa rápido al darme cuenta de que en cinco meses, he vivido más que en mis diecisiete años de vida, y que todo los recuerdos buenos que tengo de ellos, son contigo.
Ahora lo sé, quizás siempre lo he sabido. Que para mí, la frase 'después de ti' no existe, porque después de ti, no hay nadie, no hay nada.


martes, 11 de junio de 2013

Apagando miedos en charcos.

A ti te cuesta dormir, a mí me cuesta dormir, nos cuesta dormir a pesar de que las sábanas están limpias y fresquitas, a pesar de que el colchón es cómodo, a pesar de que la luz está apagada y el sueño se abalanza sobre ti. 


Pero una vez en la cama, empieza la odisea; los miedos, los recuerdos, las heridas y dices '¿y ahora a qué me aferro yo?' Y en ese mismo momento te abrazas a la almohada con todas tus fuerzas, se te escapa una lágrima y haciéndote la fuerte, finges que no ha pasado nada, y que no va a caer ninguna más. Y entonces caen diez de golpe, y te rindes, 'que caigan las que quieran, ya me da lo mismo, si salen es porque no tienen que estar dentro'.

Con esas lágrimas sale todo eso que te hace daño dentro y no te deja dormir. Y cuando todo ha salido, te pones un auricular en cada oído, y la música apaga el mundo. Sonríes. Y mañana será todo mejor. Igual dentro de unos días llueve en mi cama otra vez, pero eso significará que estoy viva, más viva que nunca.

miércoles, 5 de junio de 2013

Irónico es llamar pequeño al ser más grande.

Y entonces te das cuenta de lo irónico que es todo en esta vida. La ironía de soñar cuando nos han dado la oportunidad de vivir. La ironía de creer en algo que no sabes si es cierto, si existe. La ironía de mirar siempre lo de fuera cuando alguien creó la palabra 'dentro'. La ironía de llamar a los animales 'seres irracionales' y que actúen con más cabeza que cualquier ser humano. La ironía de estar pendientes del tiempo, y perderlo al mismo tiempo. La ironía de haber nacido solos, y necesitar siempre a alguien. La ironía de querer sol cuando hay lluvia, y lluvia cuando hace sol. La ironía de nacer desnudos y morir vestidos. La ironía de sonreír cuando el resto del cuerpo llora. La ironía de llevarse la contraria a uno mismo. La ironía de hacer una guerra con quien antes hacías el amor. La ironía de dormir con la luz apagada, cuando al cerrar los ojos, se apaga el mundo. La ironía de que los días se hagan tan largos y la vida se nos haga tan corta. La ironía de aprender el significado de amistad con falsos amigos. La ironía de ser cobardes y llamarnos valientes. La ironía de llamarte 'mi vida' cuándo tú vales más que éste desastre.