martes, 11 de junio de 2013

Apagando miedos en charcos.

A ti te cuesta dormir, a mí me cuesta dormir, nos cuesta dormir a pesar de que las sábanas están limpias y fresquitas, a pesar de que el colchón es cómodo, a pesar de que la luz está apagada y el sueño se abalanza sobre ti. 


Pero una vez en la cama, empieza la odisea; los miedos, los recuerdos, las heridas y dices '¿y ahora a qué me aferro yo?' Y en ese mismo momento te abrazas a la almohada con todas tus fuerzas, se te escapa una lágrima y haciéndote la fuerte, finges que no ha pasado nada, y que no va a caer ninguna más. Y entonces caen diez de golpe, y te rindes, 'que caigan las que quieran, ya me da lo mismo, si salen es porque no tienen que estar dentro'.

Con esas lágrimas sale todo eso que te hace daño dentro y no te deja dormir. Y cuando todo ha salido, te pones un auricular en cada oído, y la música apaga el mundo. Sonríes. Y mañana será todo mejor. Igual dentro de unos días llueve en mi cama otra vez, pero eso significará que estoy viva, más viva que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario