miércoles, 30 de enero de 2013

A pesar de la distancia, quien la sigue, la consigue.

Quiero que sepas que sabía lo que me hacía al enamorarme de ti. Sabía cuantos kilómetros me impedirían oír tu voz, cuántos días me iba a pasar contando las horas para ver ese par de ojos azules, cuantas noches en vela me iba a pasar sonriendo, cuantos metros de asfalto me iban a separar de tus labios, la cantidad de 'te echo de menos' desesperados que iban a pasar por mi cabeza en apenas un minuto, la cantidad de 'te quiero' que me iban a atragantar al hablar contigo por teléfono. Lo asumí, y no me importaba, porque al final de aquella larga semana extrañándote a más no poder, al final de aquellos veinte kilómetros de alquitrán, me esperabas tú, con tu cara de empanado, tus ojazos azules, tus ganas de marear a todo el mundo y tu manía de hacerme reír, y sabía que entonces la espera, había valido la pena.


1 comentario:

  1. ¡Hola!
    Que sepas que sigo a diario tu blog, y me encanta.
    Sigue así, es estupendo.
    Un abrazo.

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